La Danza de la Muerte de Morella: Un Testimonio Pictórico de la Baja Edad Media
La Danza de la Muerte (o Dansa Macabra) del Convento de San Francisco de Morella (Castellón, España) es una de las representaciones pictóricas del género más valiosas y escasas que se conservan en la península ibérica. Ubicada en un nicho del antiguo osario del convento, data del siglo XV, en el contexto de la Baja Edad Media, un período marcado por profundas crisis sociales, guerras, hambrunas y, sobre todo, la devastadora presencia de la Peste Negra y sus rebrotes.
Contexto Histórico y Temático
El género de la Danza de la Muerte, surgido a principios del siglo XV en Europa (siendo la de los Santos Inocentes de París, 1424, la referencia original), es una manifestación artística y literaria que refleja la obsesión medieval con la muerte universal y el concepto de la Vanitas. Su función primordial era didáctica y moralizante: recordar a toda la sociedad, sin excepción de rango o riqueza, la igualdad de todos los hombres ante el final de la vida.
La iconografía habitual muestra a una hilera de personajes de todos los estamentos sociales —desde el Papa y el Emperador hasta el labrador y el niño— siendo conducidos o interpelados por figuras esqueléticas de la Muerte. En esencia, era un sermón visual sobre la fugacidad de la vida terrenal y la necesidad de la penitencia.
La Obra de Morella
El fresco de Morella, de autor anónimo y datado a mediados del siglo XV, es particularmente interesante por su ubicación y formulación.
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Ubicación: Se encuentra en el Convento de San Francisco, una fundación franciscana que se remonta al siglo XIII. El lugar exacto es una hornacina del osario o cementerio conventual, un espacio que, paradójicamente, se situaba en una zona de tránsito y mercado, haciendo que el mensaje de la muerte fuera una presencia cotidiana y visible para los vivos.
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Composición: La Danza de Morella sigue el esquema tradicional: una serie de personajes jerárquicos de la sociedad son representados por parejas, siendo arrastrados por esqueletos danzantes. La Muerte, aquí, actúa como una fuerza irrefrenable y esquemáticamente ordenada, que subvierte la jerarquía mundana al no respetar título ni poder.
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El Transi: Un elemento central es la figura del "Transi" (o "Paso"), un cadáver en estado de descomposición o un esqueleto dentro de una sepultura abierta, mirando al espectador con ojos vacíos y manos entrelazadas sobre el pecho. Este Transi representa la cruda realidad del cuerpo corrupto y sirve como el espejo final al que todos los vivos se enfrentan. Esta representación refuerza el tema de la Vanitas y conecta la danza con la tradición funeraria.
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Mensaje Teológico: En el pensamiento medieval, esta primacía de la Muerte sobre la jerarquía terrenal se explicaba como la consecuencia directa del Pecado Original. La Muerte toma el control de la danza, y la sociedad, que debía servir a Dios, sirve ahora al poder de la corrupción y la mutabilidad.
Legado y Significado Cultural
La Danza de la Muerte de Morella, con su profundo arraigo en el Convento Franciscano —una orden con especial énfasis en la humildad y la austeridad—, no solo es una obra de arte gótica, sino también un documento musical e iconográfico que testifica las preocupaciones y la cosmovisión de una época. Es un testimonio de cómo el arte fue utilizado como herramienta de la Iglesia para recordar la doctrina y promover un estilo de vida piadoso frente a la ineludible e impredecible Muerte. Su conservación la convierte en una visita obligada para entender la cultura macabra que floreció en el arte europeo tardo-medieval.
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