La escapada de un día al Delta del Ebro, partiendo desde la encantadora localidad costera de Peñíscola, ofrece una experiencia única que combina naturaleza, gastronomía y cultura. Este viaje, que se puede realizar fácilmente en coche, permite descubrir la riqueza de uno de los ecosistemas más importantes de España.El punto de partida será Peñíscola, donde se recomienda salir temprano para aprovechar al máximo la jornada. Tras aproximadamente 1 hora de trayecto, se llega al Parque Natural del Delta del Ebro, un espacio protegido que alberga una gran diversidad de flora y fauna. El primer destino será el centro de interpretación, donde se ofrecen exposiciones sobre la biodiversidad de la zona y se pueden obtener recomendaciones sobre las rutas a seguir.Una vez informados, se sugiere realizar una ruta en bicicleta por los senderos señalizados del delta. Estos caminos permiten admirar los paisajes de arrozales y humedales, así como la avifauna que habita en la región. Se pueden observar aves migratorias, como flamencos y garzas, lo cual es un deleite para los amantes de la ornitología y la fotografía.A medida que avanza la mañana, es oportuno hacer una parada para disfrutar de un almuerzo en uno de los restaurantes locales. La gastronomía del Delta del Ebro es famosa por sus arroces, especialmente el arroz con bogavante y los platos de mariscos frescos. Este es un momento ideal para degustar los sabores autóctonos y disfrutar de la hospitalidad de los habitantes de la zona.Después del almuerzo, se puede optar por un paseo en barco por el río Ebro. Esta actividad permite explorar la riqueza natural del delta desde una perspectiva diferente, al tiempo que se aprende sobre la historia y la importancia ecológica de este entorno único. Las guías locales comparten información valiosa sobre la fauna y flora, así como la influencia de la actividad humana en la región.Finalmente, tras un día pleno de actividades, se recomienda cerrar la jornada con una visita a una arrocería o una tienda local para adquirir productos típicos del delta, como el arroz de calidad y salsas artesanales.La vuelta a Peñíscola se realizará al caer la tarde, llevando consigo no solo recuerdos visuales inolvidables, sino también la satisfacción de haber explorado uno de los destinos más emblemáticos de la costa mediterránea. Así concluye una escapada que resalta la belleza natural y cultural del Delta del Ebro.